Sara Martínez

Fundación DASYC / Programa Juntas+

 

 

Mi nombre es Sara Martínez y trabajo en la Fundación DASYC. Somos una fundación que se dedica a ofrecer apoyo integral a personas que se encuentran en riesgo de exclusión social. Somos una fundación que se dedica a ofrecer apoyo integral a personas que se encuentran en riesgo de exclusión social. Yo me encargo de coordinar los casos de las sedes que tenemos en Valencia y Castellón mientras mi compañera, Alba Pérez, atiende a los de Alicante.

Dentro del Programa Juntas+ nos llegan mujeres con un perfil bastante similar y, al contrario de lo que se cree, no son siempre mujeres que hayan sido víctimas de violencia de género, que tenga baja cualificación o problemas de adicción.

Son personas que en más de 2 o 3 aspectos de su vida tienen carencias importantes, estos contextos las han llevado al límite y por ello están en riesgo de exclusión social.

 

 

En DASYC la parte psicológica es fundamental, pero la ayuda va más allá. Tan lejos como el propio caso necesite. Por ello, nos gusta hablar de un proceso de ayuda integral, personalizado para cada mujer, que puede ir desde ayuda para conseguir un trabajo, aprender a leer o mejorar el bienestar de los hijos.

 

 

Recuerdo una mujer gitana cuyo marido le roció la cara con salfumán. En la cultura gitana cuando un familiar está hospitalizado es habitual ver a decenas de familiares que no se separan del enfermo.

Pero ella necesitaba escapar, así que tuvo que aprovechar el trayecto a una resonancia para contarle toda la verdad a un celador y pedir el alta voluntaria para no tener que volver a su casa. Luego llegó a nosotras.

 

En su caso le dimos mucho apoyo emocional, pero también en otros aspectos: no tenía formación porque la habían sacado a los 12 años de la escuela y tampoco tenía experiencia laboral. A su vez, tenía 3 niños a su cargo. La ayudamos hasta a  hacerse una cuenta bancaria ya que no tenía nada a su nombre.

Muchas veces al inicio del proceso nos mienten sobre su situación real por el miedo al que dirán, miedo a ser juzgadas o por vergüenza.

Conforme las vas conociendo te das cuenta que nada tienen que ver con lo que cuentan. Escuchamos mucho las palabras “miedo” y “yo no puedo”, por ello, aunque trabajemos en grupo, la atención individual es fundamental.

 

 

Este año hemos recibido una ayuda de Caixa Popular gracias a su programa “Ajudes a la Igualtat”. Esto nos va a dar la oportunidad de poder seguir siendo presenciales ya que debido a la pandemia nos hemos tenido que volver “online”.

Durante la pandemia lo salvamos como pudimos, pero tras levantarse el confinamiento hemos tenido que restar mucha presencialidad. En muchas ocasiones nos encontramos con la dificultad de que algunas no tienen ni teléfono, si lo tienen igual no tienen datos y si los tienen probablemente no son los suficientes como para poder tener una videollamada.

Antes trabajábamos en espacios cedidos por los Ayuntamientos de Alicante, Valencia y Castellón, pero al ser salas comunitarias, aun siguen cerradas.

Esto implica perder realidad de cada uno de los casos y no poder atenderlos de la forma cercana que necesitan.

 

 

Gracias a la ayuda de Caixa Popular ya hemos podido planificar el alquiler de un espacio para poder retomar presencialmente estas actividades.

 

 

Nos enteramos de la ayuda a través del email, porque somos clientas de Caixa Popular. Tenemos cuenta allí por la atención tan buena que nos brindan, pero además, nuestra sede en Valencia está justo enfrente de su oficina de Cirilo Amorós.
 

El trato es maravilloso. La primera vez que fuimos a pedir información sobre seguro de voluntarios nos atendió un chico majísimo que tenía más idea sobre las implicaciones fiscales de este tipo de seguros que nosotras mismas.
 

Siempre nos ponen muchas facilidades. Por ejemplo, como fundación que somos siempre estamos gestionando ayudas y subvenciones y en estos procesos se necesita un certificado de la cuenta bancaria a la que se va a ingresar la ayuda.

Es un documento con un cuño, pero en todos los bancos te cobran por ese cuño y te hacen ir presencialmente a recogerlo.

En Caixa Popular no. Ni nos cobran ni nos hacen ir a por él. Así es como vas viendo que, cuando de verdad tu entidad bancaria te quiere echar una mano, tu trabajo se agiliza y todo es más sencillo.