Viviana Lorenzo

DASYC Juntas Más

 

 

Mi nombre es Viviana Lorenzo soy venezolana y, como ya sabéis, la situación allí es complicada. Llegué a España para buscar nuevas oportunidades para mí y mis dos hijos, pero al llegar me encontré sin empleo, sin nada que acreditara mi formación, sin un futuro claro y con el confinamiento. Todo ello me hizo caer en un estado de depresión del que no veía la forma de salir.

Hasta que tuve la suerte de encontrarme con fundaciones como DASYC y todas las personas que la integran, las cuales me han ayudado muchísimo. 

En Venezuela era técnica en informática y tengo especialización docente. De hecho, tengo 8 años de experiencia de los cuales 5 fueron como coordinadora de un colegio.

Llegué hace dos años y, pese a estar formada no pude encontrar trabajo. Al poco de llegar apareció el COVID y nos pilló el confinamiento.

No poder salir de casa, no poder convalidar mi formación sumado al hecho de tener un niño muy pequeño hizo que me resultara muy complicado buscar trabajo.

 

 

Mi situación en Venezuela no era precaria. Me vine realmente por seguridad.

Allá, debido a la situación que se vive, a las 18:00 de la tarde te podían robar en tu propio barrio, tenías que meterte en tu casa e incluso te venían a buscar.

El problema añadido es que mi marido no pudo salir de Venezuela, y sigue sin poder hacerlo por la situación del COVID allá. En Venezuela están apenas empezando las vacunaciones y hay muchas restricciones todavía.

A nivel sanitario ahora mismo están fatal.Hay problemas con la luz y con el agua. Mi madre tiene que madrugar para estar pendiente de que no le roben el agua.

Es un drama.

Yo intento ayudarles desde aquí, con la ayuda de mi hermana, les enviamos por barco cajas que tardan dos meses en llegar.

 

Si tengo posibilidad de comprar una medicina a veces le compro dos y guardo una para mi madre. Le voy guardando y mandando cositas. Le he llegado a guardar turrón o chocolate. Prefiero guardarlo y enviárselo que comérmelo.

 

También estoy intentando reunir una pequeña cantidad de dinero para lograr que mi marido pueda venir.

Cuando decidí venirme era coordinadora en un colegio en Venezuela, me gustan mucho los niños.

Les daba la parte de informática y me propusieron ser coordinadora, y estuve 5 años en ese cargo.

Me traje mi título de técnica en informática, pero me dicen que tengo que hacer el bachillerato y luego un curso de especialización, pero por falta de recursos y por mis niños no he podido.

 

Es decir, me exigen que me forme de nuevo en algo en lo que ya estoy formada. Aún así no me importaría especializarme en otra cosa en función de lo que demanda el mercado en España.

Conocí a DASYC por el centro social número 1 de Alicante que me llama cada 3 meses para ver si necesito algo e, incluso, a veces me ayudan de forma económica. La última vez les planteé el problema que tenía con el trabajo.

Ellos me redirigieron a la fundación DASYC. La primera ayuda que tuve con ellos fue con las clases de apoyo para mis niños.

Mis hijos son mi "máquina" para ponerme en marcha en cada día. Son muy especiales y educados.

Con DASYC tengo formación todos los lunes. Alba me ha ayudado hasta con los útiles escolares de los niños y eso se lo agradezco mucho. Hasta han encontrado un profesor de Valenciano para mi hijo mayor, así como poder inscribirlo en otras actividades de entretenimiento.

 

 

Nunca me imaginé la ayuda que me han dado con los niños. Cuando vi que no podía asumir el coste del material de los niños me acordé que una vez me dijeron que ellos me ayudarían y les llamé. La respuesta fue inmediata. Me dijeron “ven” y tenía todo el material del niño. El mayor está encantado con su mochila de los vengadores.

A través de DASYC hice formación de talleres de monitor, desarrollo de la infancia. Me ayudaron para estar preparada en mi búsqueda de empleo. Los lunes me conecto con Ana y trabajo con ella realzar mi autoestima. Siempre da con la tecla y acierta con lo que nos está diciendo.

Y además lo hace de forma totalmente voluntaria y altruista. Es de admirar.

El trabajo que hago con ella me ha venido muy bien. He conseguido aumentar mi autoestima. Alba también es una de las personas que sabes que le escribes y siempre te contesta.

 

Mi vida ha mejorado emotivamente. He salido de la depresión. Me he dado cuenta de que cuanto más difícil parece todo… aparece una persona, un ángel, que te hace ver que todo vale la pena.

Ahora estoy más tranquila. Sé que los niños en España van a tener una educación y un futuro. Sé que gracias fundaciones como DASYC y con los cursos que estoy haciendo tengo un futuro. 

Me siento más positiva. En octubre me veo ya siendo productiva.

A ver si al final del año puede venir mi marido, ya que, aunque nos vemos por vídeo, los niños necesitan más que nunca a su padre. Y también espero que pueda venir mi madre. Me sería de gran ayuda.

En definitiva, ya veo el camino más claro y me siento más cómoda y más tranquila.